El teatro de la empresa: Eres actor o espectador

 

Aparece una familia paseando un domingo por la tarde por el malecón. Es todo mágico, ¡qué sensaciones!, sientes que el protagonista ahora eres tú. Es tu domingo, es tu familia. Hace calor, un calor que te llena de energía, la luz es espectacular, el mar tiene un color azul turquesa que al mirarlo algunas veces te cuestionas como puede ser que la naturaleza pueda crear colores de semejante belleza. El paseo te reconforta pero al mismo tiempo sientes cierto nivel de angustia. Esa angustia no te permite disfrutar todo lo que te gustaría de esta tarde de domingo con tu familia. Sólo piensas “Mañana es lunes. Otro lunes más, ¡ufff, queda toda la semana por delante!”. Cierras los ojos y te dices, “¿Por qué los fines de semana no son más largos?”…

Ya es lunes, te montas en la jeepeta y otra vez camino de la oficina te encuentras como todos los días el mismo tapón. Entre parón y parón piensas, ¿Por qué en la empresa no hacen algo para que vayamos con más energía? Todos los días hay un «MACO» tras otro. ¿Por qué todas las tareas son urgentes? ¿Por qué los procesos que han diseñado son tan complejos y burocráticos? En vez de estar tan pendiente de todos estos detalles ya podrían invertir para que tuviéramos más medios. Y si sólo fuera esto, encima hay una continua presión por el resultado a corto plazo. Esto está muy bien, pero si tuviera los objetivos más claros me resultaría más sencillo. Encima no me pagan lo que realmente me merezco. Por otro lado, todavía estoy esperando que algún día me reconozcan algo de lo que hago bien. De las 15 propuestas que he presentado no me han dado feedback de ninguna. Si yo fuera el Gerente, ¡cómo cambiarían las cosas!

Ya estás llegando a tu trabajo, estacionas tu vehículo y subes a tu oficina. Te sientas en tu escritorio y piensas, “Otro lunes más, y mañana otro martes más” y así sucesivamente…

STOP
¿Quieres esta realidad? ¿Quieres esta rutina? ¿Quieres que todos los días sean iguales? O al contrario, ¿quieres que cada día de la semana sea un día especial? ¿Quieres que tu actividad profesional sea una fuente de crecimiento y de desarrollo? Pues entonces deja de ser espectador y sé ACTOR.

RESETÉATE
¿Qué HA PASADO?. Todo era un sueño. Tienes la misma sensación que si te hubieras dado un golpe fuerte con el vehículo y te dieran una SEGUNDA OPORTUNIDAD para dar marcha atrás y evitar el accidente. Una energía extra te invade, las ganas de disfrutar cada día y cada momento circula por tus venas. Tienes una claridad de las cosas como antes no la habías tenido. Esa nitidez te hace tomar la determinación que eres especial, y una voz interior te dice: ¡SOY ÚNICO! He sido creado para hacer algo grande. Y voy a dejar una huella especial tanto en mi vida personal como profesional. Ya no voy a ser más  espectador: ahora soy EL ACTOR DE MI VIDA.

Este domingo es especial lo disfrutas con las personas que compartes tu vida. Es la hora de dormir pero la diferencia es que estás con deseo de llegar a la oficina mañana lunes. Tú determinación se va a materializar en una huella similar a la de los actores en el paseo de las estrellas en Hollywood. No quieres pasar sin pena ni gloria, quieres dejar tu sello personal, y el listón bien alto en la empresa en la que trabajas.

Sabes que ya no te vas a enfocar en cumplir. Cumplir no es suficiente: se queda justo y hacer lo justo es sinónimo de mediocridad. Tú eres parte de la excelencia y la excelencia es sinónimo de COMPROMISO y el compromiso es HACER LO QUE SEA NECESARIO.

No sabes por qué pero ahora ves que tienes grandes talentos, grandes fortalezas y aflora de ti una pasión que se materializa en una personalidad contagiosa que actúa de imán para el resto de los compañeros y clientes. “SÍ” tienes lo que se llama una PERSONALIDAD MAGNÉTICA. En tu cabeza ya no tiene cabida el intentar o hacer lo que pueda, “NO”, ahora eres parte de los que hacen lo que sea necesario y donde en su interior ya no cabe la marcha atrás. No buscas la suerte, pero te sentirás agradecido si aparece, porque sabes que sólo aquellos que son regados con el elixir de la suerte es resultado de haber sembrado las semillas del éxito.

Ahora comprendes que estar pendiente de los defectos de los demás es perder el tiempo y que NADA CAMBIA SI TÚ NO CAMBIAS. Así mismo eres consciente que tu empresa necesita profesionales resolutivos y por esa misma razón das gracias por tener que solucionar problemas en el día a día. Has comprendido que todos los problemas que te ocurren son los problemas necesarios que te tienen que ocurrir para seguir creciendo profesional y personalmente. Sientes y comprendes que esta andadura en este camino del éxito es necesario que sea INCÓMODAMENTE CÓMODO. INCÓMODO porque solo la incomodidad genera crecimiento y CÓMODO porque solo la comodidad la siente el que es consciente que el “ÉXITO no es un destino sino un camino”.

Buscas modelos de referencia de éxito porque sabes que solo aquellos que están en un lugar que tu deseas tienen una visión más clara de ese camino que tu quieres recorrer. Y que el único atajo a la excelencia es el de escuchar lo que necesitas escuchar para seguir creciendo y no escuchar lo que te gustaría escuchar. Entiendes que esta actitud de recibir este feedback es parte sólo de aquel grupo selecto de gente que ven la CIMA y que tienen VISIÓN y la visión es el arte de ver cosas invisibles o de ver aquello que la mediocridad nunca verá. Ahora comprendes por qué hay compañeros que están muertos en vida porque donde no hay visión ni entusiasmo la gente perece.

El ocaso de este lunes está por llegar y lo que más deseas es seguir escribiendo tú guión donde tú eres el ACTOR protagonista ya que sabes que sólo tú eres el artífice de tu propio destino. Y que en esta actuación no temerás al FRACASO sencillamente por ser parte de uno de los condimentos que aliñan al ÉXITO.  Sólo hay un Oscar para esta obra y ese Oscar es para el único ACTOR que eres TÚ. FELICIDADES.

En el actual entramado competitivo empresarial, ¿qué tipo de personas crees que necesitan las empresas? ¿ACTORES o ESPECTADORES? y ¿Cuál ERES TÚ?. Tú eliges, y recuerda como decía Henry Ford, “Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto”.

DIFERENCIAS ENTRE LOS QUE SON ACTORES Y SON ESPECTADORES EN LAS EMPRESAS

• Los actores se exponen, los espectadores observan;
• El actor se compromete, el espectador se involucra;
• El actor hace lo que sea necesario, el espectador hace lo justo;
• El actor se le critica, el espectador no se le ve;
• El actor se auto-motiva, el espectador espera que lo motiven;
• El actor es líder de si mismo, el espectador es una marioneta de otros;
• El actor es una singularidad específica, el espectador es una singularidad genérica;
• Los actores primero SON, después HACEN y finalmente TIENEN. Los espectadores primero quieren TENER, después intentan HACER y finalmente pretenden SER; por esa razón NO SON;
• El actor trabaja inteligentemente, el espectador realiza tareas;
• El actor actúa proactivamente, el espectador actúa reactivamente;
• El actor es coherente, el espectador es incoherente;
• El actor tiene visión, el espectador va ciego; y
• El actor se supera constantemente, el espectador se estanca.

 

Sobre el autor

Francisco Javier González Galán

Coach, conferenciante y consultor organizacional con una trayectoria internacional avalada en management, liderazgo, habilidades directivas y gestión comercial. Es también un experto en comportamiento humano. Es licenciado en Gestión Comercial y Marketing por ESIC, Máster en Psicoterapia en tiempo limitado del IEPTL (Instituto Europeo de Psicoterapia en Tiempo Limitado), Certificado en Coaching por la Escuela Tavistock, Certificado en Coaching por la CTA, Certificado en Coaching por la International Coaching University y Certificado en Firewalking por el Firewalking Institute of Research and Education. Asimismo, es divulgador del mundo de la neurociencia con el propósito de dar a conocer cómo funciona nuestro cerebro y aprovechar dicho conocimiento en el desarrollo personal y de la organización en estrecha colaboración con la Academia de Neurociencia y Educación. Escribió el libro Coaching Inteligente: Método A.C.C.I.O.N. de la editorial ESIC.

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